jueves, 18 de junio de 2009

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La muerte es el vacío. La palabra "muerte" es también un concepto vacío porque nadie lo ha sentido y, por tanto, nadie sabe lo que significa. La muerte no es como la felicidad, ni la tristeza, ni la nostalgia, ni la riqueza, ni la ambición, ni la solidaridad. No es un estado transitorio ni una condición.

No se me ocurre palabra más hueca que la palabra "muerte" y, sin embargo, no hay otra palabra que me produzca mayor desasosiego.

Algunos dirán que para qué preocuparse, porque cuando la muerte venga nosotros ya no estaremos. No les falta razón, pero cuando la muerte venga, será para quitarnos de nuestro sitio, quien fue a Sevilla..., y nunca más lo recuperaremos.

2 comentarios:

  1. A mí morirme yo me da = siempre y cuando sea una cosa repentina, xk saber ke me kedan meses de vida (o minutos) sería la cosa + agobiante del mundo. Yo también soy de las ke piensan ke cuando morimos los átomos k forman el alma desaparecen y entonces ya no hay ningún sentimiento, ni bueno ni malo. Aunque no sé cómo será el no existir, ni creo q lo yegue a comprender nunca, xk cuando me muera ya no comprenderé.
    Para mí lo chungo es que se muera alguien importante en mi vida, xq es una verdad como un templo que no sufre el que se va, sino el que se queda.
    Y tú no te angusties juan, ke lo mismo la vida es cíclica, o luego nos reencarnamos o algo de eso, o lo mismo no, xo si no hay nada dp de la muerte, pues nos dará igual xk no sentiremos nada :)

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  2. Illo, Juan. Este tema hoy, NO, por favor!

    Bueno, yo sí que le tengo mucho miedo a la muerte, pero tb creo en que hay algo más allá del hecho de dejar este mundo. El único problema es que ya no estarás aquí, viviendo y rodeado de todos tus seres queridos... ¿Y adónde va uno cuándo se muere? Ni idea. ¿Y sigue "consciente" aunque en otra dimensión o whatever? Menos idea... Pero cuando lo pienso y, aunque parezca infantil o suene a tópico, me imagino que esté donde esté cuando me muera podré seguirle la pista a los míos.

    Aunque, claro, jamás nada volverá a ser lo mismo. Uno no volverá a disfrutar de los placeres de la vida, ni paseará por las calles de su ciudad, ni viajará, ni... pero espero que sí que pueda aún sentir. Porque sin sentir no somos nadie, nada... Y yo no me quiero convertir en nada, porque significará que he dejado de existir.

    Y coincido con Ana en que el hecho de que sepas el tiempo que te queda de vida es lo más agobiante del mundo. Ponerle fecha de caducidad a tu vida es triste, muy triste. Pero, bueno, al fin y al cabo, nuestra presencia en este mundo es transitoria. Es ley de vida y, por lo tanto, hay que aceptarlo o eso me dicen a mí cuando me rayo demasiado por este tema.

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