viernes, 28 de agosto de 2009

Impossible is nothing


Como veo que la filosofía veraniega se ha vuelto muy liviana y at the same time paranoica, voy a contaros esta gilipollez que he visto en internet, y que debatimos en una noche de boquilla Aitor, juanillo y yo misma.
A ver, es la típica cosa que "contada no tiene ningún sentido pero leída es una paranoia" (creo que esa fue la frase que dije, no me ricuerdo).


Vamos por partes (es importante leer detenidamente cada frase hasta estar de acuerdo):
Primero nos tenemos que imaginar un típico queso suizo de estos llenos de agujeros por tos laos (o también mirar la foto de arriba ^^) : cuanto más queso, más agujeros, verdad?
Los agujeros ocupan el lugar en los debería haber habido queso, así que cuanto más agujeros menos queso. Sin embargo, cuanto más queso más agujeros y cuanto más agujeros menos queso. CONCLUSIÓN: Cuanto más queso, menos queso.

3 comentarios:

  1. Conclusión, no compreis queso suizo que es una estafa, comprar queso de mi pueblo. Siguiendoi el silogismo propuesto mi conclusión es que compres la cantidad que compres de queso siempre vas a comprar lo mismo porque cuanto más queso compres compras más agujeros. En verdad no se bien, porque no compramos agujeros, sino queso. No se, me estoy rayando.

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  2. Suponiendo bien supongo que el tamaño del agujero y del material queso será directamente proporcional al tamaño del queso. En otras palabras: siempre estará compensao, ¿no? Pero bueno, creo que la única forma verídica de arreglarlo es irse con una regla a la charcutería.

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  3. illo esto es más antiguo que lo del huevo y la gallina. Claro que es proporcional el número de agujeros y de queso al TAMAÑO del queso.

    Hace poco vi un documental sobre cómo se fabricaba ese queso (no es coña), y seguro que podría deciros algo interesante si no fuera porque no me acuerdo de nada.

    pd.- Una de San Juan YA, por favor.

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