miércoles, 21 de julio de 2010

MARIHUANA

Si fuma porros tiene que ser buena gente/un personaje.
Si la peli trata de porros tiene que estar guapa.
A: Mis padres fuman. B: Ostia! qué guapo, ¿no?
Si en ese país la maría está legalizada, hay que ir.
Si la canción habla de porros, me la bajo y me la aprendo de memoria.
Si la camiseta tiene una hojita, me la compro.
¿Licor de marihuana? ¡Trae pa ca!
Si el político está a favor de los porros, hay que votarle.
Si el filósofo fuma canutos seguro que tiene algo interesante que decir.
Si ha triunfao en la vida fumándose 6 trocolones al día, yo también puedo hacerlo.
Si la entrada trata de porros, me la leo.

Un problema de asociación

Fumamos porros cuando estamos agusto. Cuando no estamos agusto fumamos porros para estar agusto.
Conclusión: fumamos porros siempre por asociar los porros con el estadio de agustez. Paradójicamente sabemos que no siempre nos proporcionan dicha sensación, sin embargo nos arriesgamos.

Pero es la puta pescadilla que se muerde la cola.


La jodida vida de un jonky.

Que conste que no estoy fumao. Es la reflexión que tuve una vez después de fumarme un porro.